Cuando te encuentras en Trujillo lo mejor que puedes hacer es mirar al infinito y meditar, sobre la grandeza del ser humano y de la vida. El paisaje desde el castillo es infinito...inacabable, inalcanzable, sólo un Dios muy loco es capaz de construir semejantes vistas, o quizá unos seres humanos increibles. En cualquier caso, la visita a Trujillo es obligada se mire como se mire, pero miradla bien porque es irrepetible...
Conocí Trujillo de casualidad...porque precisamente alguien de allí me dijo que no fuera, que no había nada para ver...menos mal que no le hice caso. Sabía que si era rebelde como de costumbre podía encontrar sensaciones maravillosas y vaya si las tuve. Gracias a esa persona descubrí todo esto...
Las vistas desde lo alto...son...kilometricas, indescriptibles.
Curiosas esta foto pese a los banderines...el sol es capaz de juguetear con los edificios para darles contrastes diferentes.
Esto es...el escudo del Athletic!! Si, en pleno Trujillo en uno de los edificios...Alucinante!!!
Curioso el sol como hace esos contrastes.
El ayuntamiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario