El río Lobos es el eje del cañón del mismo nombre y causante de la erosión que le ha dado forma, discurre principalmente por la provincia de Soria, aunque nace en la de Burgos. Se sitúa en la separación de la Cordillera Ibérica con la alta meseta del Duero. La longitud del cañón es de 25km comenzando cerca del municipio burgalés de Navas del Pinar y con acceso desde Hontoria del Pinar y finaliza cerca del municipio soriano de Ucero. Los accesos se realizan por los municipios de sus extremos y por la parte central por el lugar llamado Puente de los Siete Ojos.
Son los dos últimos tramos de su recorrido los que tienen auténtico interés biológico-paisajístico: el que comienza en la localidad burgalesa de Hontoria del Pinar y termina, tras 12,4 km de curso, en el Puente de los Siete Ojos (viaducto de siete arcos que soporta el paso de la carretera de San Leonardo a Santa María de las Hoyas), y el tramo final de similar longitud que concluye al pie de la popular Cuesta de la Galiana donde desemboca en el río Ucero. La altura máxima del parque se encuentra en el Pico de las Navas de 1.351 metros de altitud.
Las 9.580 ha que comprende el paraje del Cañón del Río Lobos, pertenecientes a los municipios de Hontoria del Pinar (provincia de Burgos), San Leonardo de Yagüe, Casarejos, Santa María de las Hoyas, Herrera de Soria, Nafría de Ucero y Ucero (todos éstos en la provincia de Soria), fueron declaradas Parque Natural por Decreto de la Junta de Castilla y León 115/1985 de 10 de octubre, en atención a sus singulares atributos naturales. Posteriormente, en 1987, se declaró ese mismo ámbito Zona de Especial Protección para la Aves.
Ermita de San Bartolomé.
La iglesia de San Juan de Otero, ahora dedicada a San Bartolomé, se ubica en el interior del Parque Natural del Cañón del Río Lobos, realmente en el término municipal denominado: Comunero de San Bartolomé, regentado por los municipios sorianos de: Herrera de Soria, Nafría de Ucero y Ucero en Castilla y León (España); fue construida en el primer cuarto del siglo XIII, cuando el estilo románico daba paso al gótico, transición que quedó plasmada en la obra arquitectónica. Formaba parte de un cenobio templario del que sólo se conserva la capilla.
De su vinculación a la Orden de los Caballeros del Temple no cabe duda. La especulación se genera únicamente en torno a sus antecedentes. En una bula de 1170, el papa Alejandro III hace referencia al convento templario de San Juan de Otero, perteneciente a la diócesis de Osma. Puede que estuviera localizado en el mismo lugar que San Bartolomé y fuese reemplazado por la construcción protogótica que ha perdurado, pero también hay quien apunta la posibilidad de que estuviera situado en el otero donde se asienta el castillo, y que se edificara a la par que éste a mediados del siglo XII. Las ruinas de la pequeña iglesia que subsisten podrían ser, en tal caso, las del primitivo santuario templario.
Merecen ser resaltados los dos rosetones, uno en cada astial del transepto, cuyas celosías evocan influencias musulmanas en la forma del entrelazado que compone una estrella lobulada de cinco puntas. Poseen tres arquivoltas de las que sólo la externa está decorada.
Lugar mágico .
La ermita templaria de San Bartolomé, en pleno Cañón del rio Lobos, es la obra cumbre del simbolismo iniciático pétreo templario y es una de las manifestaciones arquitectonicas más arquetípicas castellanas del sabor esoterico de las Cofradias de Constructores del Medievo, vinculadas en este caso a la orden del temple.
El simbolismo iniciático comienza por el propio nombre del enclave, Cañon del rio Lobos, que parece derivar del dios "Lug" cuyo emblema es el lobo, además el lobo era uno de los grados iniciáticos de las cofradías de maestros canteros en el medievo.
Se suele considerar aunque en esto no hay total unanimidad que la ermita de San Bartolomé, se corresponde con la iglesia del antiguo convento templario de San Juan de Otero. Se trataría de uno de los cinco conventos templarios que tenia el Temple en Castilla en el momento de su disolución, en 1312.
El cañon del rio Lobos ha sido uno de los itinerarios más protegidos que usaban los peregrinos para enlazar con el camino francés del camino de Santiago, y el crismón existente en un canecillo del ábside es el mejor testigo de este paso de peregrinos puesto que era la marca gremial que dejaba la cofradia de constructores conocida en Francia con el nombre de Hijos del Maestro Santiago. Por lo tanto cabe suponer que ellos son los artifices de la construcción.
Cuenta una leyenda que el Ápostol Santiago, montado sobre su caballo, saltó desde el alto de uno de los farallones del cañón. Los cascos dejarón sus huellas sobre la piedra, cerca del camino hoy utilizado y la espada se le cayó al suelo y allí donde quedo clavada quedó revelado que sería el lugar donde se edificaría la actual ermita de San Bartolo.
La ermita de San Bartolomé, está enclavada en un lugar equidistante de los dos puntos más septentrionales de la geografia peninsular, los cabos de Creus y Finisterre. Este punto central es el "Omphalos" (el centro del mundo).
Cuevas de San Bartolomé.
Se trata de dos cuevas próximas entre si y de diferente tamaño, por lo que se las conoce como Mayor y Menor. En ambas se conservan restos de grabados rupestres. Estas manifestaciones artísticas hemos de contemplarlas en relación directa con la pintura esquemática de la meseta, representada en el Cañón en varias cuevas (Cueva Conejos, la Galiana y Cueva Negra. Cronológicamente podemos situar estas representaciones en la Edad del Bronce.
Curiosa foto en un sitio mágico. Si ampliamos la foto se ve claramente la cara de una especie de duendecillo, sus ojos, su boca, las orejas...En vivo y en directo no había ninguna duda, nos vigilaba mientras terminaban nuestras andanzas en el cañón, quizá con ganas de que no volvieramos más quién sabe...
No menos curiosa es esta otra. En un sitio en el que se supone estuvo repleto de agua hace miles de años...un pez? una piedra-pez?. La naturaleza es caprichosa.
Vaya puta calidad de página merriweber!!! me gusta, sigue subiendo fotos!!!
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